Le recuerdo perfectamente,
tenía toda la materia gris
entre las piernas.
Y no era poca,
más bien bastante.
¡Hay!...si él
hubiera pensado
tan sólo un poco,
habría sido perfecto.
¡Joder!...
a las mujeres
desgraciadamente,
nos importa el tamaño
de la materia gris
y no el emplazamiento.
¡Malditasea!
martes, 6 de enero de 2009
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1 comentario:
jajajajajaja...
El caso es que concentrándolo sería fantástico (hablo del poema).
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